Tema: El
Texto del Orgullo; Proverbios 16:5
Quédate conmigo hasta el final.
El orgullo
Primero definamos ¿Qué es el orgullo? Para ellos debemos saber que hay dos tipos de orgullo, al primero lo llamaremos orgullo benigno, y al otro orgullo maligno.
El orgullo benigno es el que muchas veces sale cuando hemos logrado algo en la vida, donde uno se sienta y medita y dice que está orgulloso de haber logrado ese título o reconocimiento, a veces una madre le puede decir a su hijo estoy orgullosa de ti porque eres un hijo excelente, bien portado, etc., o un empleador puede decirle a un empleado estoy orgulloso de ti porque eres responsable, dedicado, honesto, amable y muchas otras cosas, a eso lo llamo orgullo benigno. Ahora, este es también el otro orgullo que hemos mencionado.
El Orgullo del Mal. Este orgullo se puede definir con la misma palabra mal, o no hace falta explicarlo mucho y todos nos damos cuenta que no es tan bueno como decimos, pero veamos su definición. Soberbia, vanidad, sobreestimación con sentimientos de superioridad, en otras palabras, es una persona que se cree mejor que otra, a esto le podemos agregar que es una persona que cree que no hay nadie mejor que él, que no hay no hay otra persona que logre mejores cosas que el, que sea la mejor persona parecida a el y muchas cosas mas. Este es el orgullo del malo.
Veamos ejemplos de personajes orgullosos en la Biblia.
Sé que en esta lista de personajes puede que no aparezcan algunos de los que has estudiado y para nosotros sería importante que nos lo hicieras saber en los comentarios para seguir aprendiendo más. Vale decir que los personajes orgullosos de la biblia eran personajes ilustres, algunos eran reyes, otros eran pueblos enteros y hasta naciones, algunos no eran creyentes y otros eran del pueblo escogido de Dios, en otras palabras, aquí nos daremos cuenta que nadie está exento de ser orgulloso aún más ungido. vamos a empezar
1) El faraón. Este era el rey de Egipto cuando esta nación era la más poderosa de aquellos tiempos, tenían cautivos a los israelitas, el pueblo escogido de Dios, y en su cautiverio el pueblo gemía y clamaba por libertad a Dios quien, escuchando sus gemidos, respondía a sus oraciones, por casi 450 años la nación de Israel estuvo cautiva en Egipto hasta el día que Dios decidió liberarlos, levantando así a Moisés quien sería su libertador, criado en el mismo palacio de Faraón, el Señor lo levantó para sacar a Israel de esclavitud. Pero Faraón, un hombre orgulloso y arrogante, y creyéndose el hombre más poderoso del mundo, dijo estas palabras que están en Éxodo 5:2 ¿Quién es el Señor para que te escuche? ¿Qué arrogancia no? Este hombre creía que era más poderoso que Dios y todos sabemos lo que realmente pasaría después, pero ¿cuántos faraones hay hoy día diciendo Quién es el Señor para que yo lo escuche? Este mundo está lleno de muchas de esas personas y lamentablemente hay muchas así en las iglesias, tal vez no lo dicen con palabras, pero con sus acciones lo están gritando.
2) Naamán.¿Quién es Naamán, dirás? Pues déjame decirte que Naaman fue un general del ejército asirio, la biblia según 2 Reyes 5 fue un hombre de gran importancia para su rey, tenido en gran estima y además relata la historia bíblica que fue un valiente guerrero, sino un leproso, si lees todo el capítulo 5 si te das cuenta de que este hombre importante vino a recibir buenas noticias del profeta de Dios y esas buenas noticias eran que estaría sano, Naamán inmediatamente se regocijó, pero no había pedido cómo estaría sano, y cuando escuché la forma, rápidamente se retiró de su rostro, la forma de su curación fue que debía sumergirse siete veces en el río Jordán, y estas fueron sus palabras, ¿no son mejores los ríos de Damasco? que todos los ríos de Israel? Y si estaba enojado, dime cómo llamas a eso,
3) Nabucodonosor. Rey de Babilonia, uno de los imperios más fuertes que ha existido a lo largo de la historia, este rey conquistó todo lo que quiso conquistar, Dios le permitió todo eso para hacer su voluntad entre ellos, sin embargo, las palabras de Nabucodonosor las encontramos en el libro de Daniel 4:30 ¿No es ésta la gran Babilonia que yo edifico para casa real con el poder de mi poder, y para gloria de mi majestad? Nabucodonosor creía que todo lo que había logrado venía de su inteligencia, de su habilidad, de su portentoso ejército, sin embargo nada de eso era por lo que creía haberlo logrado, todo venía de Dios que le había dado la habilidad para hacerlo, pero su corazón orgulloso nunca lo vi de esa manera. Lo mismo ocurre con la gente de hoy, nos levantamos cada mañana pensando que estamos despiertos porque tenemos la mejor seguridad, que tenemos los lujos porque hemos sido inteligentes y trabajadores para lograrlo, y nuestro corazón se llena de orgullo diciendo como Nabucodonosor, esto no es todo lo que yo lo he logrado, lo que me he ganado con el sudor de mi frente, esto no es lo que me propuse y lo he logrado, y nuestro ego se nos pega a la piel, y el Señor diciendo ¿Y yo dónde estoy? que tristeza no? Pero desafortunadamente eres y el Señor diciendo ¿Y dónde estoy? que tristeza no? Pero desafortunadamente eres y el Señor diciendo ¿Y dónde estoy? que tristeza no? Pero desafortunadamente eres
Puedo continuar mencionando innumerables personajes orgullosos, como Saúl, el primer rey de Israel, Ezequías, el mismo profeta Jonás, y puedo continuar, pero la lección es esta. El orgullo solo nos hace parecer a satanás, el rey del orgullo, y si seguimos así nos daremos cuenta que eso no nos ayuda en nada, más bien nos aleja de Dios y sus propósitos, debemos tener en cuenta que antes con una Cae la soberbia, que es soberbia, y si no queremos desviarnos del camino perfecto de Dios, debemos evitar ser soberbios, porque Dios les resiste, pero no así a los humildes. Que Dios nos ayude a dejar de lado el orgullo, y aprender a vivir vestidos de humildad y sencillez.
Que Dios te bendiga grandemente, no dejes de compartir nuestros artículos y deja siempre tus comentarios abajo para saber que ha sido de bendición.